jueves, diciembre 27, 2007

Zigzag

Ah, sí, sí, sí. Dejando de lado los días de la PreM, de las mujeres y de los veintiochos (no pueden dejarse tan de lado, pues) soy una pinche enferma mental de la abstinencia. Hoy, hoy, hoy. "Si mi mente fuera una morada", en esta época épica de la hi-tech y las sentaderas posantes, sería una conversación de mensajero (sé que no, pero hay que soltarlo).
Suena re "ay ay ay, ésta se va a morir", y más ahorita, cuando ya que disparé el par de renglones sobre el tema (no), ni quiero llorar ya, e incluso estoy disfrutando porque, ve qué bonito me quedó el cojín de peluchito que, además, es para una buena causa. Además, ve cuánto caminé hoy. Además, vi una pelicula en la tele de la sala. Además, no tengo hijos. Lo único sobrifaltante es el tiroteo de "te quieros". Luego digo que no, para que aquéllo crezca sin mentarlo pero como Ciudad Zapopan sentido: "esto es real".
Es una mamadinha este post. Ya ni quiero llorar mis penas.

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