lunes, marzo 23, 2009

Carpa de circo

Era la hora del sueño propio y del insomnio ajeno. La más menos propicia para ponerse vulnerables.

El festival es para todos, pero el anunciante nos avisa que el cupo es limitado (empieza el prefacio de la queja). Los foros son conocidos, pero el animador nos satura: "Foro 1: la curvatura del pubis; foro 2: el bajo vientre, ¡y con pelitos!; foro 3: la teta, para que vayan conociendo las instalaciones..."
El horario es libre, pero en los volantes nos dijeron que "empieza, de tanto en tanto, a las 12 del día o de la noche, y termina a las 11:59, de la noche o del día (contamos con recorridos guiados)".
El chisme se ha esparcido pero los asistentes están emocionados.

Una mano se posa sobre el foro 3, guiada por la vocecilla repetitiva de los altavoces.

Ella se levanta:
—Esto es lo que me enoja. No podías hacerlo porque querías, porque tuviste la ocurrencia. Tenías que informarte, malbuscarme para no encontrarme. El festival es gratis y la explanada es zócalo pero vienes aquí en el eterno rascahuele de catálogo, para venderme la caricia comprada
de regalo como súbito fervor, amorosa chispa.

El otro entonces suelta, porque lo vio pertinente, el discurso sobre Sammy Davis Jr., mientras la noche se extiende o se extingue. Entonces todo toma sentido y los ojos vuelven a cerrarse.
El foro 6 agotó sus entradas, aunque los asistentes manifestaran, después, opiniones encontradas sobre la función.