domingo, noviembre 21, 2004

EDIFICACIÓN DE LA CIUDAD

Huevo nunca tiene calor. Ayer lo comprobamos.
Existe una ciudad que el gobernador fue comprando por kilos y luego por toneladas, de tal forma que la planificación urbana, aunque improbable, prescindible.
Todos desean una isla; de preferencia, propia.
Entonces la ciudad-isla esta se atascó de ladrillos toda, de trabajadores y más ladrillos. Llegaron los chinos a poner restaurantes y el Dr. Luna dejó a sus cerdos ahi porque podían "ayudar y comer de todo".
Tiempo después estos cerdos, que no ayudaban y no comían de todo, fueron trasladados a otro lugar. Esta nueva ciudad se suponía nuestra.
El gobernador dejó de dar dinero y de ordenar cargamentos de material cuando los paracaidistas se adueñaron del terreno y comenzaron con la cuota de paso. Pequeñas casetas aduanales a cada cincuenta metros, o menos, en las que el único paseante fue el chino, primero. El chino de China, el coreano y el vietnamita, pero el japonés no. Indonesios menos.
Poco a poco y año tras año se llenó de Xian Fengs y de ladrillos importados, el gobernador se enfermó y sus ayudantas le sobaban la panza y le untaban en la frente algunas pomadas. Nunca mejoró. Una tarde, delirante, ordenó la matanza de los chinos más un plato de arroz. Eso lo supe ayer, ayer que Huevo y yo íbamos escalando y conociendo grutas contemporáneas y telarañosas. Ayer que me dio hambre y veía miles de cerdos corriendo hacia el sur, cuando el progreso era el norte.
El recorrido cobraría su cuota. Esa pinche ciudad tiene pinta de orden y civilización constante. Mire qué bonitas están pintadas las casetas.
Pasadizos, calor embriagante, pilas y pilas de piedra, arena y ladrillos que "ordenados ya están", dicen.
El gobernador de seguro se muere mañana, para beneplácito de chinos, coreanos y mexicanos de los que andamos sin rumbo. De los que comemos rollitos hoy para llenar el hueco estomacal y donde prójimo no hay tal.
Todos otros, todos otros.
No hay únicos, conocidos, individuos. No hay raza, montón, pueblo. Hay tierra y cerdos nobles que no abandonan o abdican, abren al azar un trecho.

viernes, noviembre 12, 2004

CAPAS

Era primero, la idea distorsionada de que aquello, para su inicio, durante su realización o hasta su final, tuviera que ser creado por algo. Por alguno.
Y así también, distorsionada pero ya no idea sino acción, de la manera más lógica, las acciones dispuestas en layers.
Entonces su visión de un pasado en carretera en uno.
Vivencias durante la espera del metro, en otro layer, por tener un ejemplo.
Y así todo, layers y más layers ordenados.
Ocurrió algo maravilloso o terrorífico, pero no, nunca dentro de lo lógico de las transparencias; éste y el otro layer se unieron, acción con acción entrelazadas, carretera con metro.
Y en otro layer, el creador, confundiéndose en ese tan ordenado caos. Sí, el creador en otro layer, el creador no habiendo sido creador jamás.

miércoles, octubre 27, 2004

A huevo! El basquet hace héroes:

domingo, septiembre 19, 2004

EL FIN

César no tiene huecos. Es inalcazable.
Había una vez, allá como por 1985, en que él y Gloria estuvieron sentados. Uno ponía atención a la plática de retirado organista, mientras la otra contaba los agudos en una ciudad que pasado el atardecer se convertía en graves.
Con toda la educación posible y los protocolos probables, el primero se fue y encerró en un cuarto, en el que solo podía entrar su madre con la charola de la comida, dejarla e irse. Habría muchas actividades por hacer. Desde la ventana podía ver cómo algunos terrenos baldíos se consumían en llamas o como la banqueta comenzaba a llenarse de cinta magnética, toda, hasta quedar tapizada. Así los árboles, en los que colgaban nonatos y pin-ups cincuenteros de Alka-Seltzer, cuando él les contemplaba, poseían extrañas cualidades, algunas veces crecían sus raíces y aumentaban su estatura en un noventaidós porciento, mientras que en otras, se hacían pequeños, hundiéndose en la tierra con sonidos de efectos especiales-espaciales y nacía de pronto, en el mismo lugar, un carrito árabe de Habib's, que recorría pendiente abajo en aceleración constante hasta topar con algo que con seguridad -me dijo- era una puerta piroplástica pero negra, a la que salían manos de maniquíes, mas o menos fundidas, y que volvían a consumirse en tal menjurje. Luego el carrito desaparecía allí y él agradecía que todo aquello no hubiera sido una ilusión.
Gloria, aquellos días, era una buena amiga mía, recuerdo que podía sentarse horas en una banca, haciendo trazos en un cuaderno para su próximo proyecto de maceta. Luego, cuando eran casi las dos, iba por una especie de pan salado, que sólo vendían en ( ) y lo compartía con aquella trabajadora de por allí; la Sra Dalia. Sus pláticas iban desde lo bonito del paisaje hasta la paranoia diaria de ambas.
- Esque ese muchachito de blanco ya tiene parado allí desde hace como dos horas, voltea para acá y sigue bailando
- ¡Ah!, ¿el doctor Simi?


Daban las 3:50 y ya.
Pero dejó de ser 1985, y anteantier, César salió de su casa. Gloria seguramente ya era una mala persona. Se vieron y nada.
César no tiene huecos. Es inalcanzable.

martes, agosto 17, 2004

KNOCK OUT

Pseudotriunfos

La toalla y los aplausos para Don Ganador
Los hematomas para el otro.
Y curiosamente, los aplausos.
En coliseos semejantes, cualquier trofeo vale huevos.

sábado, julio 24, 2004

OTZIÓN

Cyborg ha nacido. Cyborg con su chip integrado de reto, el mismo que en los sesentas habían prohibido que porque los análisis decían que en datos empíricos, las valoraciones eran obsoletas.
Además gastamos mucho en hojas de papel bond y anotaciones
Fue hasta el año de 2004, cuando el Ingeniero Stanko Vraz añadió el mismo mecanismo, antes prohibido por el Consejo. En el manual cambió algunas palabras clave y añadió otras como amor, vista no concreta del paisaje (a elección de usuario), curva de selección de arraigos variable por UR6biTO-LIFE9.
(Oh si, claro)
Y Cyborg nació. Limpio. Escalando. "Conviviendo con determinante Y a Z". Pasando pruebas. Muriendo.
Hubo una ocasión en que H. Kazusch, el profesor de la USSR University y creador de cascos de realidad virtual bélica (o su descarte total), le visitó de manera formal. Burocráticamente, digamos. Su motivo quedó sin.
El triunfo del sinmotivo. Cyborg sin cascos y sin anotaciones de avances o retrocesos. La máquina sin porqué.
El Profesor H. Kazusch volvió a casa satisfecho en un retrocohete Mitsubishi, sin las comodidades de los Virgin, en donde las proyecciones para el entretenimiento de los pasajeros eran videos de performances con vísceras y señoritas que, a mitad de la avenida aérea 5 de Nueva Delhi, pregonaban la infelicidad azotándose en claro ejemplo, con chícharos a presión desde una máquina HomeRunG18. Esos eran videoastas, dispuestos a que su obra fuera exhibida en lugares donde la exasperación de ocho minutos sin hacer nada, puf! ocho minutos de largo viaje, pudieran hacerla ligera, agradable incluso. No que en esos Mitsubishi...
Aterrizaje
Al final del amplio pasillo rosa, Aiki hace señas al profesor
acá, acá, soy la chica de roooosaaaa
Lo que sigue es llevarlo a casa, cobrar por la sesión de Agua-Aire en cama de cintas e ir de nuevo a casa.
El mundo del Profesor y su chica en turno aparece si se abren los ojos despues de cerrados. En el mundo de Cyborg gana comprimir-temporales-destruir.
y di cen que soy una me na za de cam po, es to sea ca baen mo rir.
Tiempo de promociones: Lleve su llavero de Cyborg, linda compañía de viaje, Mitsubishi se complace en complacer. Cliente distinguido Profr. H. Kazusch para viaje programado en dos meses. Con elección a ventana o pasillo, audífonos especiales y souvenir sorpresa:
Cyborg con banderín
Cyborg en carrito de colores
Cyborg basquetbolista
Cyborg con maceta de flores (verídico)
y barra libre de bebidas de la Unión de Galaxias del Sur a elegir.
Lugar 0
Cyborg, por su parte, ha muerto.






domingo, junio 06, 2004

AMARGADENCIA II

¿Cuál era la chispa?

El día que esto no sea superar(te)(lo)(me), (te)(lo)(me) habré superado. Y la puta angustia (¿y qué, y qué?) se irá a mimetizar en otras texturas. Y yo, en San Praxis, andaré por ahí, no "como si hubiera olvidado", sino, "como caminando".

Y cuando me preguntes (otra vez), te habré cambiado por una espátula. Para que me preguntes que por qué por una espátula. Luego me subiré a algún transporte, al que sea, y allí, sin extrañarte ya, la suerte de pasito tun-tun me habrá consumado:

Luz blanca.



martes, abril 20, 2004

KIKETSU

En el aula cabían menos de treinta mesabancos pero acomodaban cincuenta en cinco hileras de diez. Al apellidarte Arias caerías como en la silla tres -derecha a izquierda de la primera hilera-. Gamiño era como el veintiocho y lo recuerdo por su: ¿me prestas inientos esos?
Kiketsu en el veintinueve o treinta, pocas veces me dirigió la palabra, si acaso recortaba un Hola-el-día-de-ayer-te-grabé-un-capítulo-de-Telesecundaria-porque-sé-que-las-actuaciones-de-pendejosniñosextras-te gustan en un papel cuadriculado y lo pasaba en orden hasta llegar al siete, el mío. Algo que lo enojaba siempre era que pasaran el pedazo de papel en trayectorias rectas, el método era 28,27,26,25...
Y ahí se acaba la historia.
Kiketsu en clases de fotografía perseguía todo. Mi hermano me contó que especialmente buscaba hacer retratos de dedos índices o todo lo que se le pareciera. Mi hermano me dijo que en la época quesque de cuervo y rol del Kiketsu, yo había adquirido cierto parecido a un dedo índice y hacía feo un pedazo de pared donde colgaba otro pedazo de foto. Qué enfermazo.
Y ahí se acaba la historia.
La primera vez que leí un diario que no era mío, (y la última)(en tinta) fue porque el Kiketsu me prestó el suyo y me advirtió que "la historia donde aparece una princesa azteca y un motociclista no es real". Me quedé con su librito morado más o menos un mes, hasta que me lo pidió porque tenía que hacer una reseña de un concierto.
Y ahí se acaba la historia.
Un día contesté el teléfono y escuché "duh?" y seguido una confesión de desamor: "Esque yo quería a Masako y Japón está re lejos".
Y ahí se acaba la historia.
La primera vez que ví una figura en plastilina epóxica no me gustó. Por eso mi hermano y Kiketsu sabían que no debían regalarme ninguna. En cambio, podían regalarme servilletas usadas.
Y ahí se acaba la historia
El día de hoy a Kiketsu se le cayeron novecientosdieciseis cabellos.
Y (ora sí) ahí se acaba la historia.

jueves, abril 01, 2004

HISTORIA DE LO QUE NO FUE

Luego, ella me golpeó y me tumbó sobre un saco de ropa doblada, estaba yo encima de un banco de tres patas y la caída fue desde más alto. Una vez allí, no pensé en regresar el golpe, la cosa es que no pensé nada; ella gritaba y los demás reían, así que contagiosa, la risa, se pasó para mi hociquito mientras trataba de escuchar música nueva, ahi, de fondo. Todo duró menos de cinco minutos. La mujer no parecía enojada, solo parecía llena de una extraña cosa que en su momento ella llamó lucidez. Esa que encanta aún más cuando el propósito es no ser más un espectador. Piensas que las opciones son múltiples, no son capciosas como en aquel examen de:
a)Sí
b)No
c)No sé
es más bien llegar y decidir que la a) o la b) pueden llegar a serse no simultáneas, sino una a una, mediante la consumación de más de un acto que no sea solo imaginado.
Así, una vez que tumbó el banco de tres patas, también apagó la música, también dijo a todos que no rieran, también dijo a todos que rieran más alto, también rió, también me pateó, también me saludó de apretón de mano, también dábase cuenta de que todo aquello encajaba en algo. ¿en qué? Eso sí no sé. ¿Para qué? Para tener poder.

Una vez yo tuve poder, recuerdo que lo tenía en la mano izquierda, como una a), y en la derecha no tenía nada, era entonces la b) o la c), pero la cosa, el contenido neto, fue que no debían hacerse averiguaciones previas para utilizarlo. Yo lo tenía allí esa vez y sirvió para que pudiera subir a un camión y visitarla mientras estaba en cama en el Hospital Civil, tenía unas revistas de crucigramas y justo su vecina acababa de salir, entonces le ofrecí una paleta y ella después curó de su pie y la historia terminó en recuerdo. El poder no era sobre, era debajo de.

Así que mientras ahora recuerdo que no me dolió caer desde el banco de tres patas, que no sentí dolor cuando me pateaba y que me fuí de allí tarareando, el hecho se convierte en debilidad absurda. Me convierto en historia de una página en un día. Luego, el pedo es volver a caminar, volver a tener una erección (ah no, ¿edá?) volver a bañarme y volver a tener un propósito con dolor íntegro e integrado, magno pero suavecito.

Si esa no es la cosa, carnalito, la cosa es que si yo quisiera volver para caminar o para bañarme, lo estaría haciendo en el Zen de hoy. La cosa es esa, carnalito, que necesitaría suprimir cualquier opción de opción, que pueda hablarle de tú al dese y que si me contestara de usted yo caminara para atrás o para adelante o para los lados sin frío de huesos, sin que esa vuelta fuera vuelta.
HISTORIA DE LO QUE NO SERÁ

sábado, marzo 27, 2004

PARAFRASIS

Ralph no es un perdido cuando pregunta: ¿Qué es batalla?

jueves, marzo 18, 2004

EUTANASIA

Vas delante de mí, subiendo escaleras eléctricas limpias, el aire acondicionado inunda de comodidad verdadera, esa comodidad no empalagosa, pero sincera (desa). Me dices que irás primero, subes las escaleras apresurándote a la sala de espera de un aeropuerto que no es aeropuerto, que se anuncia como Centro Autorizado de Eutanasia.
Mientras, sin ideas, merodeo unos tres minutos, luego decido subir esas escaleras igual que tú, pero ahora algo me acongoja, una leve incertidumbre y un leve temor. Uno: que estaré muriendo sola, Dos: que ese "ni pedo" tan convencido de sí mismo, tan cómodo, podría estar lleno de llagas invisibles, mas profundas, que eso ahí tan incomprobable, por vacío, asusta.
Pero no tanto. Aquí, así tiene que ser y no hay de otra.
Ahora, cuando subo, hay niños a mi izquierda. Me pregunto qué hacen allí, queriendo morir. Hay señoras a mi derecha, y si están de ese lado, no me pregunto porqué nada.
La señorita de la taquilla me da un boleto y una invitación a pasar a la sala de la derecha. A la izquierda los niños subieron a un trenecito y quizá, pienso, se divertirán. Uno de ellos me ve con una risita. Ahí no hay mal.
Voy a la sala de espera, en donde te busco, pero no estás. La señorita de la taquilla me explica que quizá fuiste de los de la sesión de las doce y media. Y sí, así mero fue. Tomo asiento y reviso el folleto gratuito donde leo los acontecimientos principales de la sesión anterior:

Un señor de Durango, que tenía el pie hinchado explotó.
Antes de morir, un hombre gritó por 30 segundos que....


Dejo de leer pensando que ese eras tú, dejo de leer porque también, una presión inunda el cuarto, pienso que así será, y que a lo mejor emplean algún método de asfixia de invención única.
Deseo tocar la mano de la mujer a mi derecha, pero la presión que me acurruca no me lo permite, me reconforta saber que a nadie se lo permite. La presión se detiene abruptamente, a mi derecha no está Adriana, imaginé que era ella por un instante, aunque me habría gustado también que fueras tú. Pero más "ni pedo". Llena la sala un sereno conformismo que se refleja en nuestros rostros: quince personas tranquilas. Un muchacho de 19 años, una señora de la edad de mi mamá...
La de la taquilla anuncia por el micrófono que, bien, iniciará la sesión de la 1:30 en un momentito. Es aquí donde no entiendo la presión anterior, quizá fue imaginada o quizá fue un tipo de broma.
Ella dice luego: Preparados, listos....












Post-mortem: Eso, eso.

lunes, febrero 23, 2004

"El Horno de microonda"

- No monte el horno de microonda
sobre o cerca de ninguna porción de
una calefacción o aparato que
cocinan.

- Haga no sobre alimento de cocinero.
Asista detenidamente aparato si
papel, el plástico u otras materias
combustibles son colocado dentro del
horno mientras cocinando.

- Algunos productos los
huevos tal como enteros y
contenedores sellados -por
ejemplo, cerró los frascos-
estallará y no debe ser
calentado en este horno de
microonda. Tal uso del
horno de microonda podría
tener como resultado la
herida.

- No use el microonda secar
periódico.

- Si usted no está seguro si un
plato es caja fuerte de
microonda, use esta prueba: el
Lugar en el horno ambos el
plato usted prueba y una copa
de la medición de vidrio llenó
con 1 copa de agua - pone la
copa que mide cualquiera en o
próximo al plato. Microonda 1
minuto en alto. Si los calores
de plato, deben no usado para
el microwaving.


Las cosas Que Son Normales Con Su Horno de microonda

- Escapar de vapor o vapor de alrededor de la puerta.
- La reflejo ligera alrededor de puerta o caso exterior.
- La luz del horno que baja y el cambio en el sonido de
fuelle en el poder. Nivela de otra manera que normal.
- El sonido lánguido que golpea mientras horno opera.